Andaba el sol persiguiendo la noche,
bailando con el canto del gallo
que guardaba en su plumaje todas las estrellas.
Acribillando el cemento,
que no ensucie corazones blandos,
que los ojos son heridas desaliñadas del alma,
y ha olvidado su memoria otra vez.
El sol tienta al trigo
para que muera en el cielo,
pero ya es tarde
y
las montañas son más grandes.
Andaba el sol muriendo,
sobre el cielo entristecido,
la sangre en las nubes
y los ojos en el suelo.
martes, 25 de febrero de 2014
martes, 18 de febrero de 2014
Boceto del verano
La calavera infinita de las nubes
sangra postales en el horizonte.
Y yo, mero espectador,
sin un solo pájaro en mano.
Cien golondrinas malditas
buscan en el agua su suerte,
culpables del verano
y yo sigo pretendiendo el gris,
el otoño en la risa del sauce
que provoca al recuerdo.
sangra postales en el horizonte.
Y yo, mero espectador,
sin un solo pájaro en mano.
Cien golondrinas malditas
buscan en el agua su suerte,
culpables del verano
y yo sigo pretendiendo el gris,
el otoño en la risa del sauce
que provoca al recuerdo.
lunes, 17 de febrero de 2014
Mañana por la mañana
Siempre añoro lo que seré mañana,
la luz se apiada de las sombras
y yo me muero,
con el corazón derretido,
por el sol que dormita en tu cuarto.
¿Mañana seré yo de nuevo?
¿o será otro animal dibujado en la tierra?
Ojalá que su corazón no lata como el mío,
y si soy yo, espero mirar como lo hice ayer.
No me atrevo a silbar al silencio
por si viene con los dedos largos del viento
a quitarme el corazón y los ojos,
y colocarme unos nuevos.
la luz se apiada de las sombras
y yo me muero,
con el corazón derretido,
por el sol que dormita en tu cuarto.
¿Mañana seré yo de nuevo?
¿o será otro animal dibujado en la tierra?
Ojalá que su corazón no lata como el mío,
y si soy yo, espero mirar como lo hice ayer.
No me atrevo a silbar al silencio
por si viene con los dedos largos del viento
a quitarme el corazón y los ojos,
y colocarme unos nuevos.
Ceniza sobre zapatos grises
El corazón bombea el exterminio
del sonido del humo
cuando me encuentro solo
quemando los minutos.
domingo, 16 de febrero de 2014
Llegas a mí
Me torturo por su boca, el
trigo inerte del papel blanco.
Viene con disimulo en los
ojos que lloran, si uno quiere,
a las mentes atormentadas, a
la acuarela descrita en las venas.
Si tú quieres, el sol en el
ocaso se enjaulará en las pestañas,
destilando una noche que, si
quiero, será el preludio de una muerte.
Tú te enhebras con el humo,
con los pies mojados,
dejando un rastro de pasado
y presente.
Tú, poesía, sigue combando
el hierro caliente del corazón malherido
Por si algún día vuelves, que volverás, con unos ojos diferentes.
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