jueves, 5 de febrero de 2015

Ellos, la casta

Desde hace algún tiempo hay un eco inquebrable y distinto en todas las palabras, una explosión en todas las gargantas que señalan un mismo punto en el nublado cielo político. Culpables, los únicos según muchos, traidores de la confianza que la "soberanía popular" entregó un día a esos entenes que gobiernan almas y cuerpos, incluso cerebros. Sin embargo, cuando oigo el disparo estéril de todas aquellas bocas se me hace imposible detener mi impulso de ir más allá, de señalar algo más que las nubes. Las piezas pueden cambiar pero el juego es el mismo. El juego que tortura personas, que anula la libertad individual y colectiva, el que califica, el que fragua y determina cuales son los sueños que tienen cabida en este mundo, el que deshumaniza.

Es por ello que para mí "Podemos" no es el cambio, no es la vía de escape, no es la alternativa. Seguirá rigiendo el Modelo, el mundo seguirá siendo tal y como es, con todas sus atrocidades, aunque haya mudado de piel la cara visible de este entramado. No nos engañemos, seguirán habiendo parados, seguiremos siendo un número en un mundo de números, seguiremos explotando el planeta y su fauna y flora, seguirán habiendo cárceles donde la personas perderá su dignidad como ser humano, seguiremos colonizando lo que se nos ponga por delante, amansaremos nuestras mentes con lo que quieren que oigas, que leas, que aprendas y que sepas. Los problemas son infinitos, como lo son las imposibilidades de abarcarlos por este sistema que resiste a morir, a pesar de estar herido de muerte.