miércoles, 12 de noviembre de 2014

Libres

El otoño repta por tu espalda
por ser el abismo infinito.
Una palabra amordaza mi boca
y me abre en canal,
desnudando finalmente al corazón.
Quizás
solo busque huir del sueño
que persigue a un cerebro que ya no piensa
y todo el sentido de mi ser
se resuma en tu parpadeo,
pero me siento libre
en este instante preso del reloj.
Sé que te marcharás
y te perderé
en un trasiego de palabras vacías,
disuelta en el extraño humo que sangra la ciudad.
Pero fuimos neciamente libres,
tu y yo, frente al mundo. 

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